La comunidad científica afirma que en 2015 ya se llegó al tope establecido
Esta cuota máxima que se estableció, no era ni mucho menos baja, sino que era un promedio global de 400 partes por millón (ppm) de CO2, lo cual se antoja realmente preocupante. Pese a que se lleva años avisando de que con nuestro modus vivendi estamos acabando con el planeta, parece ser que se prefiere mirar para otro lado.
Las expulsiones de CO2, como todo el mundo sabe, o debería saber, es uno de los causantes principales del calentamiento global. Llegando a niveles de concentración tan altos, que perjudican la lucha contra el cambio climático, y auguran un futuro incierto de los polos, entre otros muchos problemas.
Mientras que en 1960, el CO2 de la atmósfera era tan solo de 75 ppm, la cifra ha ido variando registrando subidas y bajadas importantes. En ese sentido, se hace un buen trabajo de concienciación, ya que estas campañas han servido para que la tendencia haya adoptado carácter decreciente.
Los picos históricos se han registrado en 1987, 1998 y en 2016. Al igual que otras veces se ha conseguido rebajar estas emisiones, no se duda de que está vez se podrá. Pero habría que proponerse de una vez por todas hacer un cambio de mentalidad. En 2016 se mantendrá en 400 ppm y no bajará durante generaciones según comentan los expertos.